Hoy os queremos contar la historia de TULA Y SHIRA, dos hermanas de raza Pastor Alemán de 3 años que viven en una casa con jardín. Sus propietarios solicitan una visita a domicilio porque les preocupa la gravedad de las peleas que se producen entre ellas.
Después de una entrevista exhaustiva, observando la relación entre las perras y el manejo por parte de los propietarios, llegamos a la siguiente conclusión. Las peleas se iniciaron cuando estaban en período de celo, y además siempre estaban acompañadas en el jardín por alguien en ese momento. Lo que nos indica, que el conflicto jerárquico entre ellas, está agravado por la influencia hormonal del celo y mantenido en el tiempo por un manejo no del todo correcto.
Los conflictos jerárquicos se producen comúnmente entre perros que conviven, en un contexto competitivo como pueden ser la protección de la comida u objetos, la defensa del lugar de descanso, la cercanía o atención del propietario, y en ocasiones al establecer el simple contacto visual.
A diferencia de los machos, la esterilización en las hembras tiende a aumentar la agresividad, pero cuando ésta sólo se da durante el celo, podría estar recomendada. Aun así, como los propietarios tenían posibilidad de alojarlas separadas durante esos períodos de celo, fue lo que se les recomendó. Además de cambiar ciertas rutinas, siguieron algunas pautas como establecer consistencia y predictibilidad en las interacciones con ellas, reforzar a la perra dominante permitiéndole primero el acceso a los recursos y aumentar el control de ambas practicando ejercicios de obediencia.